Definitivamente los 80`s, ya era una época movida en el Callao pero los códigos se establecían con limites en el cual se respetaba la vida y a las personas, tenias que aprender a pelear desde pequeño por instinto de sobrevivencia, no ser la “lorna” en la cual todos tomaran como porfiado o para tomar moral de que pegaba a alguien. Aun así, si tu sabias enfrentar el pleito y te defendías con garra y entrega pues ya te generabas un respeto invisible en la cual sabían que podías ser más chico o débil pero igual iban a recibir golpes y también se irían con huellas y dolores que no son fáciles de borrar, por lo tanto querer otro encontrón era para pensarlo 2 veces.
Si alguien te quería robar y tú sabías enfrentar la situación el “choro” se paraba de la golpiza y te decía: “bien calichín, perdí… mis respetos”, y era complicado que te cuadraran nuevamente, aun así era inevitable pasar por ciertas calles y no caminar por medio de la pista siempre en estado de alerta ante cualquier sorpresa. Y pasar por barrios en la cual siempre había algún malcriado que por estar con su gente quería hacerte la “bronca” y uno debía ser inteligente de hacerse el sordo pero ver quién era y buscarlo solo, para “arreglar” el tema. Un par de rounds callejeros para dejar el mensaje muy claro. “No te metas conmigo comparito”.
Los códigos eran claros, siempre fue peligroso, no vivías tranquilo pero si tenías coraje para enfrentar estas vicisitudes podías vivir en ese ambiente tan difícil siempre luchando para salir de ahí, porque no era vida.
En la actualidad ya no existen códigos; si quieres hacerte respetar y quieres arreglar los temas uno a uno, pues el “parar de cabeza” a alguien solo te garantiza un cupo en el Baquíjano y Carrillo porque en cualquier momento de tu diario caminar en el Callao pasa un carro o moto con alguna pandilla y te disparan sin pensar. O matas o mueres.
Es muy triste, más aún sabiendo lo alegre y natural que es la gente chalaca, el chalaco por naturaleza siempre fue alegre, transparente, de decir las cosas de frente, gente buena que se solidariza con otros aun así en su pobreza, siempre sacan de donde no tienen para compartir con el que más necesita. Pero estos chalacos se han visto inundados por los “cholacos” (Termino patentado por el recordado Padre Alberto Pighi Yáñez SDB) la cual es la actual generación y muy probablemente los que vienen, en la que su propia cobardía ha establecido que ya no respeten la vida humana y anden en manadas para establecer dominio territorial.
Hace un tiempo compartiendo una tarde deportiva con mis compañeros de promoción, después de ello nos reunimos en la casa de uno de ellos en Ciudad del Pescador, tuvimos que pagar peaje al “bravo de la zona” para dejar los autos y no correr el peligro de que desaparezcan, también si salíamos a comprar ese alguien acompañe a la gente para que no sean “cateados”, aun así pude observar que se sienten diferentes, que viven el submundo y esa es su forma de vida. Sentí mucha pena de mi hermoso Callao pero regresar ahí es como para pensarlo 100 veces.
Dios quiera en algún momento se reflexione y cualquiera pueda disfrutar de su bella gente que vive hastiada de esa nueva hornada que los margina inevitablemente.
Mi querido Callao te deseo el mejor de los Éxitos!!!
